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Dragón.

Jimin se dejó llevar por el rubio a quien sabe dónde. Su nariz captaba perfectamente el aroma fuerte y denso que salía de él.

¿Ese era el característico aroma de un alfa, no?

Las chicas lo habían llamado "omega", entonces eso significaba que debía referirse a si mismo como uno. Sin embargo, no sabía que rol llevaban los omegas exactamente.

¿Eran como las chicas, verdad?

Estaba casado con un hombre, eso era normal para los demás allí, incluso estaba vestido con ropa de chica, también eso era normal para los demás. Pero preferiría sus pantalones, le preguntaría al rubio después si podrían cambiar la ropa de su "armario", el armario al cual estaba seguro que podría llevarlo a Narnia si se metía dentro.

—¿A donde vamos? —preguntó Jimin después de unos minutos de silencio, el rubio solo le miró de reojo, analizándolo. Incluso le sonreía levemente.

—A volar —Jungkook le respondió, pero Jimin estaba confundido, según él, todo allí era de la edad media, en donde las personas tenían armaduras y las mujeres tenían que usar apretados corsé para verse delgadas.

¿Ya habían inventando algo para volar? Mejor dicho, ¿cuál fue el primer invento que los humanos usaron para volar? ¿Ese invento no fue construido después de que los reyes y reinas se acabaran casi por completo?

El omega quiso preguntar más, pero antes de que pudiera hacerlo ya estaban fuera del palacio, un hermoso y extenso jardín se miraba a un lado de ellos, Jimin estaba maravillado por ello. Habían muchos tipos de flores, perfectamente ordenadas, junto a colores separados.

—Ya lo verás después, vamos —un tirón de su mano le hizo voltear hacia el rubio, Jimin pudo ver como los demás que estaban por allí, ya fueran personas vestidos como jardineros o con armaduras, daban reverencia hacia ellos.

Era algo incómodo para él, pero se suponía que era "un rey", aunque la verdad al lado del rubio parecía más una reina. El menor se resignó, no podía hacer más que eso, no podía pararse en medio de una plaza y gritar.

¡Soy de otro mundo donde hay aparatos que te facilitan llamar a una persona al otro lado del país y tienen cajas mágicas en las que puedes ver programas de personas actrices!

Lo llevarían a una ejecución pública, lo tratarían de loco, incluso brujo, había leído que a las brujas las quemaban vivan en público, no quería ese destino. Un gran rugido hizo que saliera de sus pensamientos, era parecido a un rugido de león, mezclado con los sonidos de un dinosaurio ti-rex como lo pasaban en televisión.

—¿Q-Qué fue eso? —Jimin preguntó asustado, mirando a los lados nervioso, el rubio solo le sonrió y lo jaló hasta el origen del sonido—. E-Espera, ¿e- eso es lo que creo que es...?

Una gran bestia, tan grande como un edificio de cinco pisos o más, de color cobre con negro, dos gigantescas alas en su espalda. Un cuello largo y escamoso, que llevaba una cabeza con dos cuernos gigante, sobresalientes.

El animal los vio y estiró la cabeza hacia ellos, bajando casi a su altura, Jimin pudo ver como esas enormes patas se movían en su dirección.

—¿¡U-Un dragón!? —Jimin chilló asustado, pero asombrado, ¡siempre había leído de esas magníficas criaturas, pero nunca pensó que fueran más asombrosa verlas en persona!

—Escuché que el reino del norte no tiene dragones —Jungkook dijo mientras se acercaba a la enorme bestia, esta bajó más su cabeza, dejando que el rubio lo tocase—. Volaremos en Hageshi por un rato.

—¿N-Nos vamos a subir a él? —era algo imposible, Jimin estaba muerto, ya lo sabía, murió y ahora viven en un mundo de fantasía.

¿Por qué no lo hizo antes?

—Es lo que acabo de decir —el pelinegro vio como Jungkook dejó salir un agudo silbido, haciendo que el gran dragón rugiera y se agachó tanto que su lomo casi tocaba el suelo, una de sus grandes alas bajó haciendo un tipo de escalera—. Venga.

El mayor le tomó de la mano y le ayudó a subir al lomo escamoso, en la parte superior tenía una tela que cubría las escamas, seguro era para que no fuera incómodo estar sentado allí.

—Nunca pensé que me subiría a un dragón algún día —murmuró el pelinegro, aún no podía creer lo que estaba pasando, tocó la piel del animal sintiendo las duras escamas bajo las yemas de sus dedos, era impresionante.

—Pues lo haces ahora, y no será la última vez tampoco —Jungkook ronroneó pasando una de sus manos por la cintura del menor, el vestido del omega se había alzado un poco, dejando ver sus medias blancas cubriendo sus muslos.

No era momento para pensar en cosas que debería dejar para después cuando estuvieran en su cama.

—¡Arriba! —exclamó el alfa con fuerza haciendo que el dragón rugiera, aleteó un par de veces antes de armarse vuelvo y alzarse sobre el suelo.

Jimin chilló asustado, pero bastante emocionado. En pocos minutos estaban sobrevolando el castillo, el omega miró a todas partes, las casas se hacían más lejanas mientras que iban más hacia arriba.

Le era algo vergonzoso tener una mano del rubio rodeando su cintura, pero estaba confiado que era para mantenerlo seguro. Poco a poco vio cómo subían más, e incluso el castillo se iba haciendo más pequeño.

Pronto se encontró volando entre las nubes esponjosas, estiró sus manos queriendo tocar algunas.

—¡Esto es asombroso! —el pelinegro chilló completamente feliz, mirando el horizonte, las montañas eran increíbles y se veían tan verdes.

El brillo del agua de los ríos y lagos eran igual de hermosos. Jimin sintió como el brazo de Jungkook se apretó un poco, como si estuviera conforme con su reacción.

Volteó hacia el rubio para mirarlo, el fuerte viento hacía que sus cabellos pegaran en su frente y un poco en su mejilla izquierda, pero no le importaba. Jungkook tenía una sonrisa satisfecha, y el menor le sonrió en grande también, dejando un pequeño beso sobre su mentón.

Jimin miró otra vez al frente con sus mejillas rojas, quizás ese mundo de fantasía no estaba tan mal, le gustaba mucho lo que podía ver y lo que podría hacer en un futuro.

¡Estaba casado con un rey! Un hombre muy guapo con una enorme polla, el paquete completo, muy pocas veces había podido encontrar a una persona así.

Después de un rato de paseo, habían aterrizado cerca de un lago grande, Jimin estaba encantado y muy emocionado, Jungkook le estaba ayudando para bajarse del dragón e ir a ver el agua.

Sin embargo, la tela de su vestido se quedó enganchada en una de las duras escamas del dragón, quedó un momento colgando hasta que la tela cedió y casi cayó de bruces al suelo.

—¡Waaa, eso estuvo cerca! —Jimin estaba siendo sostenido por el rubio, quien le ayudó a bajarse por completo, cuando estuvo en el suelo sintió una corriente de aire en su trasero, al mirarse se dio cuenta de porqué—. Ah, ¡yo no quería usar esta cosa!

La tela se había rasgado y un gran boquete hacía falta en la parte de atrás, desde su trasero hasta abajo al final de la falda.

—Ahora si se ve bien —murmuró Jungkook teniendo una perfecta vista del trasero gordo y blanco, las medias solo hacían que esos deliciosos muslos gruesos quisieran liberarse de lo apretadas que se veían.

—¡Eres un cochino pervertido! —exclamó con un furioso sonrojo en el rostro, eso solo hizo reír al rubio, bien, dos podían jugar a ser pervertidos—. Oye, Jungkook —murmuró Jimin con la voz melosa mientras le daba al rubio una excelente vista de su trasero, y no solo eso, sino que también llevó sus manos a él para tirar de su ropa interior hacia un lado.

Jungkook dejó de reír, y miró al omega con algo de sorpresa, sorpresa que pronto se convirtió en hambre y Jimin supo que debía de correr.

El menor chilló armando carrera en dirección del lago, siendo seguido por el alfa quien tenía una sonrisa perversa en el rostro.

—¡Atrás animal, hablo en serio! —Jimin exclamó mientras seguía corriendo, aunque mirar hacia atrás no fue buena idea, no supo cuando fue que terminó por llegar al agua y cayó en ella, con todo y ropa.

—¿¡E-Estás bien!? —Jimin escuchó al rubio exclamar desde la orilla del agua, al mirarlo era más que evidente saber que se estaba aguantando una carcajada.

—¡Sí estoy bien, muchas gracias! —contestó de manera sarcástica, vio como el alfa le extendía la mano para ayudarlo salir y Jimin le sonrió—. ¡Gracias por nada!

El omega exclamó, tomando la mano del alfa y haciendo fuerza para tirarlo al agua. Jungkook terminó resbalando y cayendo al agua, Jimin se rió, no pensó que en su treta hubiera funcionado tan bien, aunque su victoria duró poco al sentir como el mayor lo arrastraba hacia lo profundo.

—¡Lo vas a pagar pequeña mierda descarada! —gruñó el mayor sonriendo de forma sádica mientras que Jimin luchaba con todas sus fuerzas para no ser arrastrado.

—¡E-Espera, espera, oye animal te estoy hablando, fue una broma! —no pudo hacer nada contra la fuerza del alfa, había leído que ellos lo eran bastante, pero no se imaginó que tanto.

Al final terminó siendo llevado por Jungkook al agua más profunda, aunque no le hizo más que eso, o casi, su boca fue tomada con sed por el rubio.

Con el agua casi hasta el cuello y la incomodidad por culpa del vestido mojado, aún así, disfrutó bastante de ese delicioso y cálido beso. Rato después, cuando ya se cansaron de jugar con el agua y mojarse, terminaron por salir del lago.

Jimin estaba mojado hasta los huesos, y quería quitarse todo ese estorbo que tenía encima. Estiró sus brazos hacia atrás, tratando de alcanzar con todos los medios posibles la tira que estaba en su espalda, aunque le era imposible.

—Dejame ayudarte, tonto Jim —murmuró con una sonrisa divertida, Jimin lo miró y casi soltó un grito, el alfa estaba desnudo por completo.

¿¡En qué momento se había quitado la ropa!?

No pudo evitar quedarse mirando más tiempo de lo debido a ese trozo de carne que colgaba de entre las piernas del rubio. Soltó un suspiro sin darse cuenta.

—Oye, mis ojos están aquí. Jimin lujurioso —murmuró el mayor, aunque, no era como si él fuera muy diferente o pudoroso.

El rubio usó sus garras para llegar fácilmente hacia las tiras que sostenía el vestido del omega y cortarlas. Destruyó todo, empezando por el vestido y terminando por el corsé.

Jimin chilló cuando la ropa cayó a sus pies, quedó solo en las medias y la ropa interior, incluso sus zapatillas se habían perdido entre el agua. Por fortuna, sus aretes y el collar seguían intactos, todo era culpa del alfa.

—Mira nada más, si no fuera porque el palacio está lleno de estúpidos extras, te haría estar así todo el día, incluso haría que me sirvieras la comida de ese modo —Jungkook ronroneó con sorna, notando el cambio del aroma ansioso del omega y los temblores en su cuerpo.

El alfa no estaba mejor, su polla se estaba volviendo dura como roca, parecía que no acababa de hacerlo esa mañana, es más, sentía que no tenía una deliciosa diversión hace mucho.

—Mi querido esposo —Jungkook atrajo al omega hacia sus brazos, pegándose a su cuerpo, y restregando con descaro su erección contra el otro—. Tengo ganas de llenarte tanto, quiero hacerte gemir tan fuerte en éste bosque hasta que todo habitante de aquí sepa que eres mío.

Jimin se sentía caliente, y de repente muy mojado, más que el agua del lago en su ropa interior. Su trasero se sentía extrañamente incómodo, pero a la vez, deseoso.

No entendía para nada esa sensación, aunque le agradaba, quería ser llenado por el rubio, quería esa polla que se frotaba contra su pequeña polla medio vestida. Quería ser follado de la manera en la que el alfa le dijo, y lo haría.

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